12 enero, 2021
Quienes miraban a 2021 con optimismo y pensaban que el mero inicio de la campaña de vacunación bastaría para que todo fuera mejor se han llevado un severo correctivo, pues el incremento de los casos de la Covid-19 ocasionado por las fiestas navideñas ya ha llegado y, con él, las restricciones para la hostelería y para la movilidad. Castilla y León es una de las últimas comunidades autónomas en mover ficha y lo ha hecho con una de las hojas de ruta más restrictivas: con el interior de bares y restaurantes cerrado y con la limitación del aforo de las terrazas a un 50%.
El crecimiento de la incidencia de la Covid-19 en el territorio castellanoleonés, que la propia Junta califica como “vertiginoso”, ha llevado al Gobierno autonómico a extender a todo el territorio unas restricciones que, desde el pasado domingo, ya regían para las provincias de Ávila, Segovia y Palencia. Las limitaciones entrarán en vigor para la todos los negocios de hostelería de la comunidad autónoma a partir de mañana (miércoles 13 de enero).
Junto a las restricciones para bares y restaurantes, la Junta ha decretado el cierre de centros comerciales, bingos, salas de juego, gimnasios y centros deportivos que no sean al aire libre.
El comité encargado de controlar la evolución de la pandemia mantendrá hoy una nueva reunión con vistas a incrementar las restricciones que el crecimiento de los contagios ha hecho necesarias. Aunque el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, descartó el cierre total de la hostelería en la comunidad autónoma, sí dejó abierta la posibilidad de aplicar cierres y limitaciones en las localidades que registran una mayor incidencia de la Covid-19.
Sobre el crecimiento de los contagios, Feijóo manifestó no tener dudas de que “se están pagando las consecuencias de las interacciones en las fiestas navideñas”. El presidente gallego, aunque precisó que la mayoría de los ciudadanos cumplieron las normas, advirtió de que basta que un 10% las incumpla para que los contagios se disparen.