31 diciembre, 2020
Playas idílicas, rincones donde se respira naturaleza, bulliciosas ciudades y paraísos lejanos donde conocer otras culturas. Son muchos los destinos turísticos que existen en el mundo y los expertos del sector te cuentan sus favoritos en TUR 43.
“Un país insólito y auténtico”. Así define Myanmar Daniel Miranda, director comercial y de Eventos de la agencia Nuba, que ofrece experiencias únicas a los turistas más aventureros. Contemplar atardeceres únicos con el sol iluminando las pagodas, recorrer el lago Inle con la sensación de que el tiempo se ha detenido y visitar los animados mercados callejeros de Yangon son algunas de las experiencias que llevan a Miranda a elegir al país asiático como su favorito. “Myanmar está lleno de contrastes que nunca dejan de sorprenderme”, comenta el director comercial de Nuba que, como aficionado al buceo, también destaca la posibilidad de “descubrir la increíble fauna marina que habita en unos fondos de coral impresionantes”.
En Centroamérica se encuentra el destino escogido por el director de Operaciones de My Way Meaningful Hotels, una gestora que opera resorts de lujo en las islas Canarias. “Para mí, la respuesta es Costa Rica. Es un país con el que tengo una relación especial desde hace tiempo. Es un país pequeño, con muchos recursos naturales que ha sido capaz de desarrollar un modelo turístico que es un paradigma de sostenibilidad”, explica. Francisco Fernández destaca que Costa Rica se ha convertido en “un líder a la hora de gestionar sus recursos y desarrollar propuestas diferenciales”.
El presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, lo tiene claro y elige Japón, en toda su extensión, como su destino favorito del mundo. Garrido se siente atraído por la cultura oriental que coexiste en Japón con innovación y vanguardia. “Japón es mi destino favorito por lo diferente que es a los demás destinos. Estuvo cerrado al mundo durante siglos y eso marcó su mentalidad, su forma de entender las cosas y su historia, con los emperadores y los samurais”, apunta el presidente de CEAV, que recalca “la riqueza de los monumentos” que existen en país nipón.
El chef del dos estrellas Michelin Bo.Tic, Albert Sastregener, sitúa en Bali su paraíso terrenal. Además, tiene una historia personal reciente con ese destino. “Estuve en Bali y me fascinó. Además, casi nos cierran allí por la pandemia”, comenta. Para no dejar al margen destinos más cercanos, Sastregener menciona Galicia, Andalucía y la Costa Brava que es, según dice, “un sitio brutal para conocer”.
El presidente de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), Manuel Vegas, prefiere viajar a destinos nacionales y alejados de la masificación propia de las grandes ciudades. Es por ello por lo que, como su rincón favorito del mundo, escoge la serranía de Cuenca y, en concreto, el lugar donde nace el río Cuervo. “Estuve dos años de director del Real Balneario de Solán de Cabras y estábamos muy cerca del nacimiento del río Cuervo. Atravesaba la finca y había unas pozas y unos rincones muy bonitos”, relata.
El chef del restaurante Culler de Pau, Javier Olleros, prefiere las aguas más próximas a la localidad pontevedresa de O Grove donde se ubica el establecimiento donde despliega sus artes culinarias. “Aún estando tan cerca, elijo las Cíes”, apunta. Si tiene que elegir lugares más lejanos, marca en el mapa Japón y Perú.
Los paisajes, la cultura y la historia de Turquía han dejado impactado a César Pou, que desde su empresa Viajes Lost Planet organiza y guía rutas en autocaravana por todo el mundo. “En Turquía hay lugares mágicos e irrepetibles. Estambul, Pamukkale, el yacimiento de Hierápolis, Éfeso, Capadocia, las ciudades subterráneas de Kaymacli y Derinkuyu…”, explica Pou. “Turquía es un auténtico crisol de culturas”, sentencia.
“Es un sitio para conocer”. Así de contundente se muestra el director del hotel madrileño Puerta América, José María Carbó, al referirse a Las Vegas, ciudad del pecado que escoge como su destino favorito del mundo. Además, Carbó explica que vivió varios años en la urbe estadounidense. Ya dentro del territorio español, se queda con el gallego Parador de Santo Estevo, “un sitio donde el silencio hace daño”.