19 agosto, 2020
La Alianza para la excelencia turística prevé pérdidas de más de 98.000 millones de euros (antes 83.134 millones de euros) tras las restricciones impuestas por países como Inglaterra o Alemania para viajar a España. Este “desolador panorama”, así lo califica Exceltur en su informe, se debe a la caída de la demanda externa, que provocará un desplome de la actividad turística: el descenso será de casi un 65% con respecto a 2019.
Los datos de ventas y cancelaciones durante la primera quincena de agosto, lejos de ser esperanzadores, apuntan al cierre anticipado de la temporada veraniega, que ya estaba arrojando datos muy por debajo de los registrados el verano anterior.
El informe de Exceltur revela que la caída de la actividad turística supondría más de la mitad de la caída del 15,1% de toda la economía española en 2020 (el 57,5% del PIB español, según el peor escenario que el Banco de España anticipó en el mes de junio).
Los datos sitúan al sector turístico como el más dañado de todos los de la economía española al no haber podido producir, almacenar ni vender sus servicios durante meses. Además, la Alianza para la excelencia turística recuerda en su informe que se anticipa un impacto de dimensiones inéditas” sobre el empleo a finales de verano y recuerda que, a cierre de julio, ya se tenían 823.000 empleados menos (un descenso superior al 37% frente a los 2,2 millones de julio de 2019).
Las comunidades españolas más afectadas por el impacto de la Covid-19 y las restricciones impuestas por los principales mercados emisores serán Cataluña y Baleares. La primera de ellas espera una caída del turismo del 68,5% y unos 19.915 millones de euros menos de iingresos. Por otro lado, el impacto económico en Baleares será de unos 12.700 millones.
Exceltur mantiene que la situación exige abordar “un urgente y muy potente plan de medidas transversales del Gobierno de apoyo al sector para salvar a las empresas turísticas viables a partir de septiembre”:
–Extensión de los ERTEs hasta Semana Santa de 2021 sin reducir bonificaciones y con una dotación adecuada de fondos propios y de Bruselas
-Una estrategia de gestión para el seguimiento y control de la pandemia mucho más coordinada y una comunicación pública y privada más positiva que “sin obviar el objetivo de vencer al virus, evite mensajes equívocos y/o alarmismos infundados”
-Además, es necesaria una “potente iniciativa política” en Bruselas para unificar los objetivos que regulen los movimientos de personas y los flujos turísticos en toda Europa, recuperando los corredores turísticos seguros y procurando la obligación de realizar test en origen y/o destino para minimizar riesgos