4 febrero, 2021
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no quiere ni oír hablar de salvar la Semana Santa, al menos, de momento y con los datos epidemiológicos todavía disparados en Galicia. Feijóo descartó hacer cualquier tipo de pronóstico acerca de lo que se podrá y lo que no se podrá hacer en esas fechas tan importantes para sectores como el turismo y recalcó que el Gobierno autonómico que encabeza centrará sus esfuerzos en aliviar la dramática situación que ya se vive en varios hospitales gallegos.
“Tendremos tiempo de hablar de eso”, manifestó el presidente gallego tras llamar a los ciudadanos a hacer un ejercicio de prudencia y a soportar con calma unas restricciones que considera imprescindibles.
También volvió a hablar Feijóo, tras recibir una pregunta al respecto, sobre el contraste entre las restricciones que rigen en Galicia, con todos los locales de hostelería cerrados y sin siquiera poder atender a los clientes en las terrazas, y Madrid, donde bares y restaurantes están abiertos y donde el aforo de las mesas se ha ampliado de cuatro a seis personas.
Lejos de entrar en confrontación con su compañera de partido Isabel Díaz Ayuso, el presidente gallego insistió en la idea de que cada comunidad autónoma tiene sus propias necesidades y sus propios datos, por lo que las medidas que funcionan en una pueden ser ineficaces e incluso contraproducentes en otra.
En concreto, Feijóo mencionó el nivel de inmunidad de la población que, a día de hoy, está fundamentalmente determinado por el número de personas que ya superaron la enfermedad o se contagiaron de forma asintomática. Ese porcentaje, que en la Comunidad de Madrid alcanza el 20%, se queda en Galicia en un 5%.
La noticia de la bajada del IVA para bares y restaurantes decretada en Alemania también mereció un comentario del presidente gallego, que se mostró favorable a una medida que, en su opinión, supondría un importante balón de oxígeno para un sector, como el hostelero, muy golpeado por la pandemia.
Feijóo reclamó un mayor compromiso del Gobierno con los hosteleros y lamentó que el Ejecutivo gallego “trabaja en solitario” para ayudar a los negocios damnificados por los cierres que trajo consigo la pandemia.