8 junio, 2020
Los mensajes que los gobiernos internacionales y algunos medios de comunicación de países europeos lanzan sobre el turismo en España minan el objetivo del sector de salvar la temporada de verano con la apertura de fronteras y el fin de la cuarentena para los viajeros llegados de fuera.
Ya sea porque el ministro de turno señala a otros destinos como preferentes, porque un periódico alerta de las molestias que ocasionarán las medidas de seguridad en playas y locales de ocio o porque un medio de comunicación tacha directamente a España como lugar de veraneo para este año; parece que la imagen de España no es, ahora mismo, la idónea para lograr el éxito durante el período estival.
El principal país emisor de turistas hacia España (el pasado año llegaron 18 millones de británicos) es uno de los que han generado malas noticias para el sector turístico. Reino Unido ha dejado a España fuera de la lista de países con los que ha iniciado negociaciones con vistas a establecer un corredor sanitario para el transporte aéreo. El Gobierno británico sí ha iniciado conversaciones con países competidores, como Portugal y Francia.
Tampoco la prensa británica ayuda a España de cara al turismo. Algunos diarios mencionaron las molestias que ocasionarán a los turistas medidas como las restricciones en las playas y en las discotecas. En concreto, The Mirror se refirió a lo que ocurre en Benidorm, una localidad en la que los viajeros procedentes de Reino Unido realizan 5 millones de pernoctaciones anuales y cuyo alcalde anunció que la playa cerrará al mediodía
«Tener que irse de la playa a la hora de comer». Así tituló el tabloide acerca del cierre temporal de los arenales que frustra las expectativas de quienes no quieren interrumpir su jornada de playa ni siquiera durante un par de horas.
Aunque el Gobierno alemán rectificó las declaraciones en las que algunos de sus miembros descartaban que los ciudadanos pudieran viajar a España este verano, la última noticia que llega desde ese país es muy negativa. Cuando Alemania anunció que levantaría las restricciones para viajar dentro del llamado espacio Schengen únicamente introdujo dos excepciones, las de España y Noruega.
La cuarentena establecida por Sanidad que obliga a todo viajero llegado del extranjero a pasar 15 días de confinamiento y el hecho de que esa medida se mantenga durante todo el mes de junio es la causa principal para que el Gobierno alemán haya tomado la decisión de excluir a España.
«No puedo recomendar a los franceses que reserven unas vacaciones en España a día de hoy. España ha optado por abrir fronteras pero, al mismo tiempo, ha establecido normas sobre las personas que llegan en avión. Es contradictorio», expuso la ministra de Transición Ecológica e Inclusión francesa, Elisabeth Borne.
El Gobierno francés rectificó más tarde, pero lo cierto es que en Francia no gusta nada la cuarentena fijada en España para los turistas extranjeros que no terminará hasta el primer día de julio. De hecho, el país, como respuesta, fijó la misma medida para los españoles que traspasen sus fronteras.
Uno de los últimos países en disparar contra el turismo en España ha sido Bélgica. El diario Le Soir, uno de los más leídos, eliminó a España de la lista de destinos a los que viajar este verano y lo hizo con una portada en la que la palabra “bienvenidos” aparece en varios idiomas y tachada únicamente en castellano.
Como hicieron ministros de otros países de la Unión Europea, el titular de Asuntos Exteriores danés, Jeppe Kofod, desaconsejó a sus ciudadanos viajar a España y a otros muchos países a los que dejó fuera de una lista de posibles destinos que sólo incluía tres: Noruega, Islandia y Alemania.
“La tónica general en casi todo el mundo es que se vaya con precaución. Si no se produce un rebrote, podremos reducir las restricciones, pero primero queremos tener la pandemia bajo control. No podemos echar por la borda lo que hemos conseguido, por eso pido encarecidamente a los daneses que sigan nuestras instrucciones”, comentó Kofod para justificar su recomendación.